pondría una cámara oculta
en el centro de las remolachas
y la dejaría estar
como una semilla
todo el invierno
luego, cuando me hayan crecido
alas sobre el lomo,
me iría a la habitación de invitados
del hormiguero más cercano
qué maravillas vería desde el televisor
una galaxia púrpura
abriendo su ojo pardo
en cámara lenta
como yo
vivo a destiempo de su especie
podría ver el dolor
escondido entre los destellos
de un nacimiento